Hay un momento del día en que todo es banal.
Casi siempre de noche , por costumbre en la madrugada:
Cuando el cerebro deja de ser sólido, quizá por culpa de las erecciones.
De cuando las letras y el polvo eran mi único alimento.
lunes, marzo 06, 2006
Déjà vu
Publicado por Prem en 11:17 p. m.
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