jueves, febrero 23, 2006

Refinamientos


1 comentario:

Anónimo dijo...

No confio en ninguna droga que disipe absolutamente.
Hay algunas viejas que hablan con Dios a la vuelta del mercado.
No me creas si no quieres, pero tras la millonesima parte de la gota de agua, al fondo a la derecha, vive un ser de tentáculos pensantes (Prem) encargado del orden, la multitud y las uvas pasas.
El hombre verde fumó de su pipa y rio satisfecho, había vuelto a procurarse la pasión disipada de una hembra complaciente.
Aquellos ojillos brillaban con lujuria efímera ante la vista de tan hermosa criatura, abstraido en un mar de ventosas, la tomo con la dejadez solitaria de los onanistas.
Dias después temió buscar su mano y no encontrarla y la mató.
Había conseguido sus favores con 180 caracteres inconscientes y terminó su lúbrica existencia con el borde acerado de un tomate pera.
10 meses desde la pétrea experiencia. El ser de tentáculos gelatinosos no encontraba el tono exácto para el cielo de su maqueta, la gente, ignorando, asfixiaba sus sueños en una cesta de mimbre y nadie volvió a recordar a la aprendiz difunta de María Magdalena. Un ser humano entre corchetes. Un par de tetas y un coño.